El cáncer dió un giro en su vida para siempre, mas aún cuando lo agresivo de su enfermedad ocasionó la amputación de su pierna. Su sueño de ser Gimnasta Profesional se desvanecía, pero ella no se dió por vencida.
Una historia de superación en el deporte. En 2010, con apenas 14 años, a Brenna Huckaby le
dijeron que tenía osteosarcoma. Se trata del tipo más común de cáncer
de hueso. Una enfermedad terrible para una niña que, hasta entonces,
había soñado con ser gimnasta de élite, con ser como su ídolo: Nastia
Liukin. La quimioterapia no surtía efecto y a Brenna le tuvieron que
cortar la pierna derecha por encima de la rodilla. Adiós a la gimnasia.
Al
mes de su amputación, a Brenna le colocaron una prótesis con la que no
tardó en aprender a caminar. Pero de ahí a lucirla, había un mundo. La
joven no se atrevía a ir a playa porque tenía miedo de que se rieran de
ella. Pero todo cambió el día que la invitaron a hacer un viaje al
National Ability Center, en las afueras de Salt Lake City (Utah), para
incluir el esquí en su rehabilitación.
La joven se decantó
rápidamente por el snowboard y sus padres, viendo lo entusiasmada que
estaba la chica, decidieron mudarse para que ella pudiera practicar ese
deporte.
Pronto se descubrió que Brenna, pese a su discapacidad,
tenía muchas habilidades para la nieve y en 2013, tres años después de
la amputación, ya entrenaba como una profesional.
Dos años
después, en 2015 se proclamó campeona del mundo de snowboard cross al
derrotar a la favorita, la francesa Cecile Hernández-Cervellón, en la
estación gerundense de La Molina, en España.
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